Terapia individual

 

La terapia individual es el encuentro entre el terapeuta y el paciente, en donde en un ambiente de aceptación, confidencialidad y apertura el paciente puede expresar sus problemas y emociones. La terapia individual es un espacio y una oportunidad para pensar, ordenar cosas, evaluar y replantear temas que generan sufrimiento, resolver conflictos, gestar cambios, adquirir herramientas y recursos, liberar cargas y crecer personalmente.


La finalidad de la terapia individual es ayudarte a entender tu forma de comportarte, tus emociones y cómo tu forma de plantearte las cosas (algunas veces de forma no del todo consciente) te lleva a sentirte como te sientes y actuar como actúas. Esto te permite liberarte de las emociones negativas y te ayuda a mejorar tu capacidad para tomar decisiones. El resultado final, muchas veces, es que te sientes mejor contigo mismo.


Nuestros tratamientos se basan en el enfoque cognitivo-conductual, que es una forma de tratamiento psicológico que cuenta con muchas pruebas de eficacia en estudios científicos. Este tipo de terapia es breve y se orienta a cambios concretos, que se pactan con el paciente.


El objetivo de la terapia individual es entender, pararse a pensar, poner en palabras lo que sucede, lograr una mejor relación contigo mismo y con lo que ocurre en tu vida. Comprender por qué repetimos y caemos en lo mismo una y otra vez, superar los momentos difíciles y aprender a tomar las riendas de nuestra vida.
La psicoterapia proporciona un tratamiento efectivo para una amplia variedad de alteraciones psicológicas, que de la mano de psiquiatría contribuye de forma positiva, en la salud mental del paciente, en su sensación de bienestar y en su habilidad de manejar su vida de manera satisfactoria.


El proceso de la psicoterapia psicoterapia, entre otras cosas, facilitará la expresión de los sentimientos, pues estos por lo general no se expresan de un modo directo, aparecen en forma de símbolos a través de las actitudes, las mismas que habrá de comprender y traducir para poder modificar la conducta. La apreciación racional de la propia conducta y las fuentes que la motivan, ayudarán a esta modificación.


Parte fundamental del proceso terapéutico es la relación de confianza entre el psicólogo y la persona que busca ayuda profesional. Se trata de evaluar y conocer los problemas por los que la persona busca ayuda, comprendiendo su origen y el malestar que producen tanto en el ámbito emocional o psicológico, físico, y con las personas de su entorno. Después de una evaluación adecuada, en función de la identificación de las áreas problema o diagnóstico, se establecerán junto el paciente, los objetivos terapéuticos y las estrategias y/o tratamientos psicológicos adecuados y necesarios para solucionar los problemas de forma individualizada en cada persona, junto con un seguimiento para comprobar si la mejora se mantiene a lo largo del todo el proceso psicoterapéutico, una vez finalizado el mismo.